CAPACIDADES FÍSICO-MOTRICES BÁSICAS
A) LA RESISTENCIA
Se define como la capacidad
de soportar el estado de fatiga progresiva que sobreviene en un trabajo de
larga duración. Es una capacidad que depende directamente del sistema
cardio-respiratorio, por lo que su desarrollo dependerá directamente del estado
de crecimiento de dicho sistema en cada edad.
De forma genérica, y según
los estudios fisiológicos, se establece tres clases de manifestación de la
resistencia:
·
Aeróbica: en
que en un tiempo relativamente largo el músculo realiza un trabajo de media
intensidad y un consumo máximo de oxígeno.
· Anaeróbica:
también llamada lactácida por que el trabajo muscular se realiza en presencia
del ácido láctico puesto en funcionamiento cuando el nivel de consumo de oxigeno
supera el límite máximo. Es generada por un tipo de trabajo de intensidad
elevada en un periodo de tiempo relativamente corto.
· Especifica:
cuando se combinan los dos tipos de resistencia, aeróbica y anaeróbica. Es
propia de los juegos motores producidos de forma espontánea en la infancia.
EL
DESARROLLO DE LA RESISTENCIA DE LA EDAD INFANTIL.
El desarrollo anatómico y
morfológico del corazón se observa a través de los dos fenómenos: aumenta el
espesor (no en número) de las fibras musculares del músculo cardíaco, y su
alargamiento aumenta el volumen de la capacidad interna del corazón.
Hasta la edad aproximada de
10 – 11 años el consumo máximo de oxigeno no da lugar a diferencias
significativas interindividuales.
También hay que tener presente
que a los 6 años se consta una mejorable mejora de la coordinación y del ajuste
motor que hacen que un movimiento sea cada vez más económico y eficaz.
B) LA VELOCIDAD
De forma genérica se define
como la capacidad de moverse de un punto especial a otro en un mínimo de
tiempo.
Se puede presentar de dos
formas:
· Cíclica:
cuando se manifiestan una serie de acciones motrices muy similares por ejemplo
(en una carretera).
· Acíclica:
cuando cada acción motriz es de diversa forma requiere de un ajuste corporal y
modificación de energía distinta a las demás acciones.
La velocidad incluye un
conjunto heterogéneo de componentes:
·
El tiempo de reacción motriz que se establece
como un tipo de función perceptiva del movimiento que no requiere un gasto
genérico.
·
La rapidez propia de cada movimiento en
reacción con la fuerza muscular, lo que da a entender que hemos de considerar
fuerza- velocidad como una complementariedad que da lugar a la expresión
“potencia”.
·
Frecuencia y el encadenamiento de los
movimientos constituyen un aspecto de tipo regulador de propia actividad
diferente ligada a la capacidad de coordinación y ajuste corporal.
EL
DESARROLLO DE LA VELOCIDAD EN LA EDAD INFANTIL.
La velocidad depende,
esencialmente, de la caracterización genético-constitucional; es parte del
matrimonio hereditario del individuo y determina tanto la velocidad alternancia
de los estados de contracción y descontracción muscular como la velocidad de conducción
del impulso nervioso.
Tal y como hemos anotado, es
a partir de los 6 años cuando se afinan la coordinación y el ajuste motor y por
eso es esa justamente la edad en que se debe de empezar a opinar de una forma
de mas particularizada cada capacidad motriz.
La velocidad es la capacidad
con menor grado de modificación de su nivel de eficacia pese a la ejercitación.
De por sí, sigue una evolución creciente que alcance su mayor grado de
efectividad hacia los 20n años de edad.
C) LA FLEXIBILIDAD
En su consecución
intervienen dos factores:
· La movilidad articular que es la capacidad de
ejecutar un movimiento con toda la amplitud que permite el límite de movilidad
de cada zona particular.
· La elasticidad muscular de los grupos
musculares que se ven aplicados con el movimiento de la articulación requerida
en cada movimiento.
Son dos factores de mutua
dependencia que ponen en juego aspectos anatómicos y de tipo neurofisiológico
en el desarrollo de la flexibilidad.
En cuanto a su clasificación
podemos distinguir tres formas de manifestación:
· Activa:
dependiente de la capacidad de contracción de los dos músculos agonistas con
efecto de relajación simultanea de los músculos antagonistas.
·
Pasiva:
cuando la acción se deja de a merced bien de la fuerza de gravedad de la
inercia propia del cuerpo bien de la acción de un objeto-aparato y/o compañero.
·
Mixta:
combinación de las dos fórmulas anteriores.
La flexibilidad no se
produce con un mismo grado uniforme para cada grupo particular, si no depende
de la caracterización anatómica del propio cuerpo.
El desarrollo disarmónico
y/o deficiente de la flexibilidad en la etapa adulta tiene su origen en una
ejercitación prioritaria de la capacidad de la fuerza. De hecho, se observa que
los sujetos poseen un nivel de fuerza elevado presentan una limitada movilidad
articular, y viceversa.
EL
DESARROLLO DE LA FLEXIBILIDAD EN LA EDAD INFANTIL.
En la edad infantil que nos
ocupa, correspondiente a la etapa predominantemente prepuberal, la fuerza
muscular, como veremos más adelante aún tiene un desarrollo relativo y, lo que
es más destacable, constituye un desarrollo casi idéntico entre niños y niñas.
También es la edad en la que
se presenta un notable crecimiento de flexibilidad. La mayor parte de autores
indica que en la edad puberal se produce el máximo desarrollo de la
flexibilidad.
Según un estudio realizado
por el CONI (1982) sobre los estados de movilidad articular en la edad de 11 –
14 años, se afirma una diversidad de la dinámica del desarrollo de la
flexibilidad para cada grupo articular. Dicho estudio aprecia que en la edad
puberal que de los 11 – 14 años, la movilidad de la columna vertebral y de
articulación escapulo- humeral sigue en crecimiento, mientras que la movilidad
correspondiente a la articulación coxo-femoral emplaza a decrecer tras los 11
años pues ha sido entre los 6 y 8 años
cuando ha alcanzado su nivel óptimo.
D) LA FUERZA
La fuerza se define como la
capacidad motriz de superar una resistencia por medio de la opción
ejercida por la tensión de la musculatura:
Además de la fuerza de
carácter estático, presente en los tipos de trabajo isométricos, la fuerza dinámica puede aparecer bajo
tres fórmulas:
· La fuerza explosiva, que se comporta una
aceleración máxima, y que es la expresión
más elevada de fuerza que puede
ofrecer un sistema neuro-muscular en momentos de contracción voluntaria.
· Fuerza rápida o veloz, por debajo de la de
tipo máximo, producida por neuro-muscular de vencer una resistencia con gran rapidez de contracción.
· La fuerza de carácter lento, que se presenta
cuando la superación de la resistencia se produce en una situación de velocidad
constante.
EL
DESARROLLO DE LA FUERZA EN LA EDAD INFANTIL.
Se constata que hasta la
edad 11-12 años existe un desarrollo de la fuerza muscular que no varía
demasiado de un niño a otro ni de un sexo a otro. En estas edades es normal que
allá niñas con un grado igual, incluso superior de fuerza a la de algunos niños
de un mismo grupo de edad.
Como ya hemos apuntado con
anterioridad el afinamiento de la coordinación y el ajuste motor propio de esta
edad incide aquí en este tipo de trabajo que se ha de llevar acabo, así, el
desarrollo de la fuerza en cualquiera de los sexos se puede mejorar con el
trabajo adecuado de la coordinación.
La justificación pues, de
mantenerse el argumento de primar la atención sobre la fuerza dinámica recae en
observar hasta esta edad de 14 años la capacidad de fuerza rápida juega un rol
esencial en los aprendizajes motrices de base y predeportivos.
CAPACIDADES FÍSICO- MOTRICES INTERMEDIAS
Son el conjunto de
capacidades que se derivan de la complementación positiva de las capacidades
físico-motrices básicas.
A) LA POTENCIA
Es la capacidad de ejecutar
un esfuerzo máximo en un corto periodo de tiempo. Suele también entenderse bajo
el concepto de la fuerza explosiva. Aquí se implica la capacidad de conseguir
una atención muscular máxima en el tiempo más corto, y a la vez la velocidad de
dicha puesta en tensión depende de la capacidad del sistema nervioso para
transmitir el influjo que pone en acción todo el volumen muscular requerido.
B) LA RESISTENCIA MUSCULAR
Es la capacidad que permite
producir durante el mayor tiempo posible, o mediante repeticiones, un esfuerzo
localizado. En función del grado de intensidad requerida, si se mantiene en
condiciones aeróbicas, o si precisa llegar al estado de anaerobiosis,
diferenciamos entres resistencia muscular aeróbica (muscular endurance) y
resistencia muscular anaeróbica.
El trabajo de tipo aeróbico
se suele desarrollar en el marco de acciones dinámicas en las cuales se alteran
fases de contracción y de decontracción y es justamente el tiempo invertido en
la ejecución en el que determina la irrigación del tejido muscular.
Esta producción de acciones
dinámicas constituye la característica más evidente del movimiento infantil;
tanto niñas como niños manifiestan continuamente en su juego de acciones de
persecución, de esquivar, de sentarse o de caer y levantarse, que se repiten
frecuentemente y que se van formando en la capacidad de resistencia muscular.
C)
LA
AGILIDAD
Si entendemos la agilidad
como la capacidad de ejecutar movimientos de forma rápida y precisa podemos
considerar que para su consecución participan en gran medida la capacidad de
velocidad y flexibilidad, puesto que se erige sobre la base de movilidad de los
procesos neuro-musculares. La agilidad comporta cambios en la direccionalidad
del movimiento y en la “ritmicidad” de ejecución.
De hecho es el producto no
solo de esas dos capacidades sino también del buen funcionamiento
perceptivo-motor del organismo, y de sus resultantes de equilibración y
coordinación corporal.
También es muestra de la
capacidad de adaptación a las nuevas situaciones que exigen una resolución
motriz producida por el esfuerzo constante de nuestro organismo para acomodarse
a la heterogeneidad de los estímulos del entorno.
Pero a pesar de que exista un buen sustrato perceptivo-motor
y de adaptación del organismo, las capacidades específicas de la velocidad y
flexibilidad (movimiento articular) juegan un papel decisivo para conseguir esa
posibilidad de movimiento rápido y a la vez preciso.
D) EL “STRETCHING” MUSCULAR.
El concepto de “stretch” se
ha empezado a utilizar con acrecentado interés en los últimos años como una
“técnica” de flexibilización del organismo. El mismo término “stretching”
significa estiramiento, lo que nos da a entender que estamos frente a otro tipo
de capacidad muscular tal y como aceptamos que lo son la fuerza, la resistencia
y la “endurance” muscular. Es por ello que incluimos el estiramiento muscular
en la esfera de las capacidades físico-motrices.
Una de las grandes
cualidades del músculo no es la de alargarse como un elástico, pero si la de
conservar su plasticidad, es decir, la capacidad que posee de transformar su
estructura para adaptarla a nuevas situaciones. En oposición, la laxitud
consiste en un estado de relajación anormal de la fibra muscular y de los
ligamentos y las cápsulas articulares.
Es frecuente encontrar algún
caso de laxitud entre los niños de un grupo-clase; son los niños que muestran
unos grados de amplitud articular a los que los compañeros suelen
a considerar como contorsionistas o que están “hechos de goma”. Hemos de tener
presente que dicha “facilidad” no les sirve de mucho, puesto que les genera
ciertas dificultades en el control tónico de su musculatura profunda y en el
control de la posición global y segmentaria del propio cuerpo en el espacio.
En nuestro planteamiento,
ubicamos el “stretchig” en posición intermedia entre la flexibilidad y la
resistencia lo que, además de ofrecer una mejor comprensión didáctica, supone
tener en cuenta una diversidad de formas de “stretchig”: y tónico y pesado, que
precisan distintos niveles de participación de la capacidad de resistencia.
Así, según la corriente
francesa instaurada por Jean-Pierre Moreau (1982), podemos distinguir entre dos
tipos de “stretchig”:
“stretchig” tónico: se basa
en la adopción de una determinada postura bien equilibrada sobre apoyos
sólidos, y, a partir de ella, la elaboración de un estiramiento creciente
mediante contracciones musculares progresivas ayudadas por una respiración
regulada a una aceleración creciente.
“stretchig” pesado: también
se funda una postura concreta y equilibrada, pero, en oposición a la forma
tónica anterior consiste en relajar el cuerpo con la sola complicidad del peso
corporal del peso corporal, sin ejecución de “rebotes”, dejando que sea el
propio peso el responsable de ir aumentando los grados de estiramiento.
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